Monedas de Argentina y su Devaluación Histórica (1881 – 2025)

A lo largo de su historia económica moderna, Argentina ha atravesado múltiples transformaciones monetarias que reflejan, de manera palpable, la fragilidad de su política económica y los recurrentes desequilibrios fiscales y monetarios. Desde el Peso Moneda Nacional de 1881 hasta el Peso Convertible vigente en 2025, cada nueva moneda representó un intento de estabilización frente a crisis cíclicas marcadas por la hiperinflación, déficits persistentes y una erosión constante de la confianza en el valor de la moneda nacional. Este artículo analiza en profundidad las monedas de Argentina y su devaluación, sus equivalencias históricas, los contextos políticos que impulsaron cada cambio y la evolución del tipo de cambio frente al dólar, ofreciendo una perspectiva crucial para entender el panorama financiero argentino.
1. El Problema Estructural de la Moneda en Argentina: Raíces de la Inestabilidad
Argentina es uno de los pocos países del mundo que ha reemplazado oficialmente su moneda en múltiples ocasiones durante los siglos XX y XXI. Esto no es una simple cuestión de rediseño o nomenclatura; en cada instancia, el cambio de moneda implicó la eliminación de ceros producto de procesos de inflación acelerada o hiperinflación. El dinero, en lugar de ser una reserva de valor, se transformó, en el mejor de los casos, en un mero medio de pago de corto plazo.
Las sucesivas devaluaciones del peso argentino reflejan tanto la pérdida masiva de poder adquisitivo como la dificultad crónica del país para sostener una política monetaria creíble. Las causas son complejas, pero se pueden sintetizar en:
- Déficit Fiscal Crónico: El Estado gasta sistemáticamente más de lo que recauda, recurriendo a la emisión monetaria como principal fuente de financiamiento, lo que inyecta más dinero en la economía sin un correlato productivo.
- Falta de Consistencia en las Políticas Económicas: Cambios abruptos en las reglas de juego, populismo económico y falta de consensos a largo plazo generan incertidumbre y ahuyentan la inversión.
- Dependencia de Commodities: La economía argentina es vulnerable a los shocks externos (precios internacionales, sequías), que impactan la entrada de dólares y la estabilidad cambiaria.
- Fuga de Capitales y Desconfianza: La persistente inestabilidad incentiva a los ahorristas e inversores a buscar refugio en monedas más estables, principalmente el dólar estadounidense, profundizando la presión devaluatoria.
La comparación con monedas fuertes, especialmente el dólar estadounidense, pone en evidencia el deterioro sistemático de la confianza en el peso argentino como unidad de cuenta y reserva de valor.
2. Cronología de Monedas Oficiales de Argentina (1881–2025): Un Recorrido
Para comprender la magnitud de estos cambios, es fundamental conocer la secuencia de las monedas oficiales argentinas:
- Peso Moneda Nacional (1881–1970)


- Peso Ley 18.188 (1970–1983)

- Peso Argentino (1983–1985)

- Austral (1985–1991)

- Peso Argentino Convertible (1992–2001)

- Peso Argentino (Post Convertibilidad) (2002–2025 y más allá)


3. Peso Moneda Nacional (1881–1970): Auge, Fragilidad y el Inicio de la Declinación
El Peso Moneda Nacional fue instaurado por la Ley 1130 en 1881, marcando el inicio de un proceso de unificación monetaria tras décadas de caos financiero y circulación de múltiples monedas (provinciales, extranjeras y papeles no convertibles). Esta moneda rigió durante casi 90 años, siendo en su primera etapa un signo de estabilidad y expansión económica, en particular durante la llamada «época de oro» exportadora.
Sin embargo, a partir de mediados del siglo XX, el peso comenzó a deteriorarse por la emisión sostenida para financiar déficits fiscales, especialmente en los períodos de sustitución de importaciones (ISI) y el crecimiento del Estado posperonista. La inflación acumulada entre 1950 y 1970 fue lo suficientemente grave como para obligar a la primera gran reforma monetaria del siglo XX, sentando las bases de la devaluación del peso argentino que sería una constante.
4. Peso Ley 18.188 (1970–1983): Un Parche sin Solución de Fondo
En 1970, con el objetivo de simplificar los números inflacionarios y dar una señal de orden, se instauró el Peso Ley 18.188. La conversión fue de 1 Peso Ley = 100 Pesos Moneda Nacional. Sin embargo, el nuevo signo monetario no fue acompañado de un plan de estabilización sólido. Durante esa década, la inflación se aceleró de forma alarmante, con picos significativos como el del famoso “Rodrigazo” en 1975, que disparó los precios un 180% en solo unos meses.
El poder adquisitivo del peso se redujo de forma dramática, en gran parte debido a la inestabilidad política, los crecientes déficits fiscales y una espiral inflacionaria sin control. Para comienzos de los años ochenta, era evidente que la moneda no podía sostenerse, y la confianza en la moneda de Argentina estaba en su punto más bajo.
5. Peso Argentino (1983–1985): Una Breve Esperanza Democrática Ante la Tormenta Inflacionaria
Con el retorno de la democracia, en 1983 se lanzó el Peso Argentino como nueva unidad monetaria, en una equivalencia de 1 Peso Argentino = 10.000 Pesos Ley. Fue una decisión pragmática, dada la imposibilidad técnica de continuar emitiendo billetes con tantos ceros.
A pesar de la legitimidad política del nuevo gobierno, el entorno económico fue extremadamente adverso: atraso cambiario, déficit fiscal estructural, una deuda externa impagable y una presión inflacionaria imparable. El resultado fue una aceleración del proceso inflacionario que desembocó en una nueva reforma monetaria solo dos años después, evidenciando que el cambio de nombre no podía contener la devaluación histórica de la moneda argentina.
6. Austral (1985–1991): El Plan Antiinflacionario y el Estallido de la Hiperinflación
El Plan Austral fue lanzado en junio de 1985 por el ministro Juan Vital Sourrouille durante el gobierno de Raúl Alfonsín. La moneda denominada “Austral” reemplazó al Peso Argentino en una proporción de 1 Austral = 1.000 Pesos Argentinos. El plan incluía un congelamiento de precios y salarios, reducción del déficit y emisión controlada.
Inicialmente, generó una caída drástica de la inflación, lo que trajo un respiro muy necesario. Sin embargo, sin reformas estructurales profundas que atacaran las raíces del déficit fiscal y con una escasa credibilidad fiscal a largo plazo, el proceso fue insostenible. Entre 1989 y 1990, el país atravesó una hiperinflación clásica, con tasas mensuales que llegaron al 197% (julio de 1989). La sociedad experimentó una desmonetización total: los precios se ajustaban en horas, y el dólar pasó a ser la moneda real de referencia, un testimonio claro de la pérdida de valor de la moneda argentina.
7. Peso Argentino Convertible (1992–2001): La Estabilidad Ficticia y su Precio
En respuesta a la hiperinflación, el gobierno de Carlos Menem y su ministro Domingo Cavallo implementaron en 1991 la Ley de Convertibilidad. Se estableció un nuevo “Peso” con una paridad fija e inamovible: 1 Peso = 10.000 Australes = 1 USD. La reforma fue acompañada por una liberalización comercial, privatizaciones masivas y una política de tipo de cambio nominal fijo respaldado por reservas en dólares.
En sus primeros años, el plan logró contener la inflación y estabilizar la economía, generando una sensación de alivio y una inusual estabilidad de precios. Sin embargo, la rigidez cambiaria y la creciente pérdida de competitividad externa generaron una acumulación de desequilibrios. El desempleo se duplicó, la deuda externa creció exponencialmente y las exportaciones industriales colapsaron. La crisis del 2001 marcó el final del experimento de convertibilidad y abrió una nueva etapa de devaluaciones sucesivas que aún hoy perduran.
8. Peso Argentino (Post Convertibilidad) (2002–2025): Inflación Crónica, Cepos y la Nueva Inestabilidad Permanente
Desde la salida de la convertibilidad en 2002, el peso argentino ha experimentado una depreciación constante y acelerada frente al dólar, consolidando la devaluación de la moneda argentina como un fenómeno crónico. Si bien inicialmente se permitió una flotación administrada, con superávit fiscal y comercial, el desequilibrio se reinstaló progresivamente.
Entre 2007 y 2011, las estadísticas oficiales perdieron credibilidad (intervención del INDEC) y comenzaron los controles de cambios, popularmente conocidos como “cepo”. La brecha entre el dólar oficial y el paralelo se convirtió en un fenómeno estructural, reflejando la desconfianza. El déficit fiscal volvió a financiarse con emisión monetaria descontrolada, y los intentos de estabilización (Precios Cuidados, dólar soja, tipo de cambio diferencial) fueron parches de corto plazo sin impacto estructural.
A fines de 2023, la inflación interanual superó el 211%, y para 2024 el gobierno implementó un fuerte ajuste fiscal bajo un nuevo plan de estabilización basado en una “ancla monetaria sin emisión”. La inflación comenzó a desacelerar en 2025, aunque con una fuerte recesión y una pérdida de poder adquisitivo acumulado que sigue siendo un desafío para las finanzas personales y los negocios.
9. Equivalencias Históricas entre Monedas Argentinas
Esta tabla ilustra la magnitud de las reformas monetarias y la eliminación de ceros a lo largo del tiempo. Es crucial entender que estas equivalencias representan la conversión oficial al momento del cambio, no el poder adquisitivo real.
| Desde / Hacia | Peso Moneda Nacional | Peso Ley 18.188 | Peso Argentino | Austral | Peso Actual ($) |
|---|---|---|---|---|---|
| Peso Moneda Nacional | 1 | 0,01 | 0,000001 | 0,000000001 | 0,0000000000001 |
| Peso Ley 18.188 | 100 | 1 | 0,0001 | 0,0000001 | 0,00000000001 |
| Peso Argentino | 1.000.000 | 10.000 | 1 | 0,001 | 0,00000001 |
| Austral | 1.000.000.000 | 10.000.000 | 1.000 | 1 | 0,0001 |
| Peso Actual | 10.000.000.000.000 | 100.000.000.000 | 100.000.000 | 10.000 | 1 |
Nota: Las equivalencias son aproximadas y representan la conversión histórica oficial al momento del cambio de cada moneda. No reflejan el poder adquisitivo, que se erosionó drásticamente con cada devaluación del peso.
10. Evolución del Dólar Frente al Peso (Oficial y Blue): Un Reflejo de la Confianza
La cotización del dólar en Argentina, tanto oficial como en el mercado paralelo (dólar blue), es el termómetro más sensible de la confianza en la moneda local y las expectativas inflacionarias. La brecha cambiaria suele ser un indicador de estrés económico y de la búsqueda de refugio en la divisa estadounidense.
| Año | Dólar Oficial (ARS) | Dólar Blue (ARS) |
|---|---|---|
| 1992 | 1 | 1 |
| 2002 | 3,50 | 4 |
| 2015 | 9,50 | 15 |
| 2019 | 63 | 75 |
| 2022 | 180 | 280 |
| 2023 | 365 | 1000 |
| 2025 | 1230* | 1270* |
*Estimado para julio de 2025. Los valores son aproximados y sujetos a la alta volatilidad del mercado argentino.
11. Conclusión: Historia Monetaria y la Necesidad de Confianza Estructural
El repaso de las monedas de Argentina y su devaluación revela no solo una cuestión técnica de equivalencias, sino un proceso histórico de pérdida de confianza, inestabilidad institucional y crisis cíclicas. A lo largo de 144 años, el país modificó su moneda cinco veces, eliminó un total de 13 ceros de su sistema nominal y perdió toda referencia a una unidad de cuenta estable.
Más allá de los nombres —peso, austral, convertible— lo que persiste es la debilidad para consolidar una moneda creíble que funcione como reserva de valor y medio de intercambio estable. Para los emprendedores y usuarios en general, comprender esta historia es fundamental para la planificación financiera y la toma de decisiones. Hasta que no se logre una política fiscal y monetaria consistentemente responsable y predecible, la amenaza de nuevas reformas nominales y la continua dolarización informal seguirán siendo parte del horizonte económico argentino. La clave está en restaurar la confianza, un activo mucho más valioso que cualquier denominación monetaria.






